1001 fantasias eroticas y salvajes de roser amills

El “amor necrófilo” de “Vértigo”, filmada en 1958, es, en expresión de François Truffaut entrevistando al realizador, un material de alto voltaje demasiado retorcido para un cineasta que se debía a su público y cuyo oficio consistía, sobre todo, en entretener al espectador. Pero todo eso al maestro del suspense no le importó y quiso expresarse: al protagonista se le muere la chica a mitad de película. Así, cuando encuentra a otra mujer que se le parece, la obliga a vestirse, hablar y comportarse como la muerta para continuar su relación amorosa con esta substituta. Curiosamente, se había insinuado al principio de la película que el protagonista era impotente, pero con la nueva chica disfrazada de la muerta, siente una gran excitación y deja de serlo… En este filme el director refleja su admiración por la necrofilia, sí, además del placer que le producían los pasajes oníricos, la mezcla del amor con la muerte y la tortura de las obsesiones. Estra pulsión irracional de la fantasía erótica de amor /muerte subyugó a Hitchcock porque acababan de diagnosticarle una grave enfermedad a su esposa. Precisamente junto a su mujer, Alma, escribió un boceto de guion durante meses partiendo de la novela “D’entre le morte”, de Pierre Boileau y Thomas Narcejal. Luego se lo pasó a unos guionistas (Alec Coppel y Samuel Taylor, aunque probó otros) de su confianza para que no se traicionara su visión de la historia.

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