Amigos punks y amigos con cierto alcoholismo, filósofos y amantes de quien sea pero que no distinguís nada más cierto que filosofar, los que sabéis amar y los que no, amigas que caiga quien caiga necesitáis generar imperiosamente emociones tantas veces como sea necesario, amigas que no lo necesitáis tanto, faunos y faunas, etc.:

hoy fantaseo que me iría a cualquier parte pero no, no me voy, sólo escribo por aquí, vamos tirando. Y es que no aún sé por qué ni para pero me he dado unas 100 veces con la misma piedra y ahora, por fin, me he dado cuenta y estoy triste como si tuviese mucho que perder. ¿Y qué? No sé. Podría llamarte a ti, o a ti, o a ella, o a mi madre, o… oH! Es una noticia terrible, cuando te dicen de que has suspendido una asignatura y ni siquiera sabías que estabas matriculada. Yo pensé que iba de oyente, y resulta que estaba de exámenes. Frita en mi propio aceite, cortada a trocitos, furiosa, no hay derecho, hermosa como un amanecer o fea como el paquete de tabaco que me fumo no me importa ser una quejica furiosa en realidad me gustaría quejarme mucho más… pero con esto creo que ya os di suficientemente la lata.

[hola, faunos]

Y encima si me llamaras ahora, si dijeras ven te necesito otra vez en aquellos jirones de papel, en aquella colcha en aquellos andenes, no te he olvidado o te comprendo, bastaría. ¿Alguien puede entenderlo?

Yo no. Mientras, quien debería dar alguna idea, algún alivio, alguna patata frita o explicación, quien dispone de los dátiles, vaya, ni pío!

Comparte y comenta esta entrada: