Publicado el 27 de noviembre de 2013

Roser Amills, escritora y periodista española, mencionaba en esta frase algo por lo que yo me he preocupado en más de una ocasión. La cita reza que “el principal pecado, en la cama, es aburrir, y cuantas más fantasías seamos capaces de comprender, mejor nos conoceremos”, algo que me parece de lo más acertado que he oído en los últimos tiempos en aquello en lo que al sexo se refiere. Todos hemos mantenido alguna vez una relación sexual que lejos de dejarnos satisfechos, más bien ha conseguido aburrirnos. Por eso hoy voy a darte un par de claves para que aprendas a complacer a tu pareja en la cama.

¿Eres de los que piensa habitualmente en cumplir ahora las fantasías eróticas que llevan invadiendo tu mente años y años y quieres aprovechar tu nueva relación? Este es el momento para proponérsela a tu pareja. No esperes más, tal vez ella también esté pensando en cumplir alguna de las suyas y es probable incluso que alguno de los artículos sex shop en los que has pensado en multitud de ocasiones ronden por su cabeza tanto o más que lo hacen por la tuya.

Aunque las fantasías, como bien dicen ya algunos autores, no son algo que tenga que hacerse exclusivamente con la pareja, sino que de estar soltero siempre se puede probar a hacerlo con un amigo de esos especiales, es cierto que la complicidad sexual en una relación no siempre es la misma que la compenetración que existe entre amigos que solo buscan satisfacer sus deseos sexuales. Aún con ello, cualquier ocasión es buena si de lo que se trata es de practicar buen sexo y de no parecer auténticos mojigatos en la cama.

Además, siempre que tu pareja no sea de lo más atrevido que digamos, puedes optar por, en vez de decírselo directamente, probar primero con aceites y otras sustancias eróticas de lo más picantes e ir probando suerte tanteando el terreno. Con ello podrás ir comprobando por ti mismo hasta qué punto de tu fantasía es capaz de llegar tu pareja. ¡A lo mejor hasta te llevas una sorpresa!

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