roser amills diario de mallorca julio 2013

Por Matías Vallés| Diario de Mallorca
13.07.2013

La escritora Roser Amills (Algaida, 1974) se instaló en Barcelona hace veinte años para estudiar filología. El vídeo de su lectura de Mercè Rodoreda camino del orgasmo con ayuda de un vibrador tiene 310 mil visitas, a razón de dos mil diarias. Madre de dos hijos de 18 y cinco años, acaba de publicar ´Me gusta el sexo´, un superventas que presentó exhibiéndose en pijama en un escaparate.

–Para que se haga cargo del tipo de entrevista: “¿Es una exhibicionista?”
–Sí que lo soy. El exhibicionismo es positivo, porque me gusta la máxima de que lo que uno muestra y transmite es único, inimitable.
–Mallorquina y exhibicionista es un oxímoron.
–Ja, ja ja. Cuando salí de Mallorca era vergonzosa y cerrada, nada sociable. He aprendido a relacionarme con la gente, y hoy me llaman desenfadada, descarada y sobre todo despreocupada de lo que otros piensen.

–¿Ha viajado a Barcelona a colonizar a los infieles catalanes?
–Los catalanes muestran una seriedad forzada, siempre están preocupados por algo. He jugado a escandalizarles para demostrarles que les hace falta el espíritu mediterráneo mallorquín, más fenicio.
–Nació usted en el pueblo de Francesc Antich, cero en erotismo.
–Antich no se pierde ningún año a los cossiers, el enfrentamiento de una dama con el minotauro que es una de las danzas más eróticas de Balears. Además, su abuela auxilió a la mía en el parto de mi madre, a punto de ser estrangulada por el cordón umbilical. Le debo la vida.
–Vayamos al grano, lo pornográfico de su vídeo no es el vibrador, sino leer a Mercè Rodoreda.
–Rodoreda tenía una sensualidad desbocada, que se vio obligada a reprimir por la época en que vivía. La forzaron a casarse con un tío suyo, del que hoy sabemos documentalmente que había abusado de ella. Se liberó en el exilio y tuvo amoríos. Al leer el texto descubrí un montón de erotismo aparentemente ingenuo.
–¿Ha probado a leer autores aburridos durante el acto sexual in vivo?
–Todavía no he visto la necesidad de hacerlo, pero sería divertido probarlo. Cuando la lectura es monótona y poco cerebral ayuda a evadirse en el sentido budista, y lo mismo ocurre con el sexo.
–Rodoreda no le hubiera perdonado nunca que fingiera ese orgasmo.
–Era una mujer muy apegada a la verdad, que abogaba por lo genuino. No finjo el orgasmo del vídeo porque no tendría gracia y se hubiera convertido en un juego frívolo, un bluff que nunca hubiera alcanzado la repercusión que ha tenido.
–¿Responde al teléfono durante el sexo?
–No, y tampoco durante esta entrevista.
–Jure que su novio y gran entrevistador Víctor Amela no le está dictando las respuestas.
–No está a quí, pero no me importaría escuchar sus sugerencias porque soy muy receptiva a lo que me dice. Yo también le aconsejo.
–La mujer contemporánea emplea la televisión basura como vibrador.
–Sería un vibrador de muy mala calidad, porque no llega al objetivo de producir placer. La televisión basura es un sucedáneo que rellena el vacío por la falta de orgasmos genuinos.
–Insista lo que quiera, el sexo es una obsesión para el hombre y una distracción para la mujer.
–Hay que erradicar esa idera. El sexo nos obsesiona para bien y para mal a hombres y mujeres. Las mujeres somos más discretas y podemos hacernos de rogar mientras que el hombre no puede disimular la erección, pero nosotras pensamos en el sexo igual de veces y miramos el culo de un posible candidato.
–¿Tampoco tiene pelos en la lengua?
–Cuando me siento tentada a quedar bien, me reprimo: “No seas tonta, no te van a dar una medalla por hacer de buena chica”.
–¿Cuál ha sido su periodo más largo de abstinencia sexual?
–Unos meses, durante los periodos postparto, pero no fue al cien por cien porque la masturbación es una actividad sexual y eso no me lo puede quitar nadie.
–Michael Douglas ha acabado con el sexo oral.
–Ha hecho una cosa muy injusta, buscar un culpable externo para su enfermedad. Entiendo su malestar y su rabia, pero está siendo muy irresponsable y cobarde.
–Ha presentado su último libro exhibiéndose en pijama en el escaparate de La Mallorquina.
–Se congregó un gentío, el escaparate simboliza mi transparencia absoluta con el libro y con mi vida.
–Imagino el terror de sus antiguos amantes a verse atrapados en su transparencia.
–De entre los numerosos comentarios, nadie se ha presentado como “soy un antiguo amante tuyo”, tal vez porque he cambiado de peinado más que Madonna. Quizás aparezca alguno a raíz de esta entrevista, no tengo nada de que arrepentirme.
–¿No preferiría ser juzgada por su inteligencia?
–Precisamente tener la lucidez de decir que el sexo forma parte de la felicidad es muy inteligente. Venimos del sexo, y hay que reivindicarlo como una parte fundamental de la vida.

3 comentarios sobre “Diario de Mallorca | Entrevista a Roser Amills: “No te darán una medalla por hacer de buena chica”

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