errol-flynn-charlandoEl Zaca, una espectacular goleta aúrica de 43 metros de eslora, fue siempre un refugio para el popular actor, cuyas recaladas en el puerto de Palma son todavía recordadas por los más veteranos del club y algunos descendientes de su tripulación. Flynn acostumbraba por entonces a mezclarse con los mallorquines y, según recordaba hace años Ventura Sala, hijo de uno de los patrones del Zaca, no era extraño encontrarle “desayunando en el Borne en pantalones cortos y rotos”, como uno más.

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