En la biografía “Room Full Of Mirrors”, Charles R. Cross cuenta que Jimi Hendrix era tan atractivo para sus fans que las mujeres que se lanzaban a su cama se convirtieron en una rutina. Tuvo varias novias “oficiales”, algunas al mismo tiempo, pero la excitación que causaba entre las mujeres era tal que las groupies hacían cola en la puerta de su casa para poder acostarse con él. Entre sus conquistas más famosas se cuentan Brigitte Bardot y Janis Joplin. Pasó los últimos días en apasionada actividad sexual con una de sus novias, Monika Dannemann, en la suite del hotel Samarkand de Londres, al lado de Portobello, en el número 22 de Lansdowne Crescent. Allí murió de un colapso por una excesiva ingestión de barbitúricos y alcohol: se ahogó con su propio vómito, con su novia tumbada a su lado en la cama, que también debía estar afectada porque no se enteró de nada y despertó cuando ya llevaba horas muerto. Monika creía que ella y Jimi eran amantes predestinados y esperaba poder casarse, y supuestamente Jimi sabía que iba a morir, por eso decidió pasar su última noche con ella, como declaró Jeanetta Jacobs, una amiga de Jimi que se mantenía bastante en contacto con él: “Antes de que él muriera, Monika me confesó que estaba muy enamorada de Jimi, que él le había dado un anillo y que iban a casarse pronto. Mónica me contaba, también, que Jimi se consideraba a veces una reencarnación de Cristo, y que le mostraba las marcas de los estigmas en las manos y los pies”.

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