Louise Bourgeois nació en 1911 en París, en donde sus padres tenían un negocio de restauración de tapicería. Ayudó a su familia, dibujando los diseños para las áreas dañadas. Este aprendizaje introdujo a Bourgeois en el arte del corte, cosiendo y creando desde joven.

Y también cuenta ella misma que su conocimiento sexual, que influyó enormemente en su trabajo más adelante en su vida, fue ganado en parte a través de conversaciones con una costurera joven, empleada por sus padres, y en parte por el asunto abierto de su padre con el profesor particular de inglés de la familia.

Los temas de la traición, de la culpabilidad y de la energía que prevalecen en el trabajo de Bourgeois, también provienen de la manera en que sus padres compitieron por su afecto

Sin embargo, no sería hasta después de la muerte de su madre en 1932, cuando Bourgeois estudiaba arte en la Sorbonne, cuando comenzó a encontrar medios de expresar las emociones y las frustraciones que habían frecuentado su niñez. Su profesor más influyente durante este período era Fernand Léger, que la dirigió hacia escultura.

En 1938 se casó con el historiador del arte americano, Robert Goldwater, y se trasladó posteriormente a América en donde se interesó por varios movimientos artísticos incluyendo Cubismo, Constructivismo y Expressionismo Abstracto. Las reuniones con André Bretón y Marcel Duchamp en Nueva York también encendieron su interés por el Surrealismo.

La obra de Bourgeois atravesó el conjunto del siglo pasado pero no fue hasta 1978 cuando recibió el reconocimiento internacional completo.
En ese año mostró el trabajo de la confrontación. Esta escultura fue combinada con el trabajo del funcionamiento, un banquete, una demostración de las piezas del cuerpo, una parodia hecha con vestidos de látex. En la actualidad Bourgeois ha tenido trabajos expuestos por todo el mundo. Entre 1995 y 1998 había realizado 45 exposiciones individuales y 70 colectivas.

Aunque su arte es intenso, íntimo, conteniendo las referencias y los temas empapados en su experiencia individual, también depende de la interacción del público. Bourgeois además ha utilizado una multiplicidad de medios incluyendo tela, madera, yeso, metal, mármol y bronce para explorar temas importantes del erotismo, de la enajenación, de la vida y de la muerte.

Sin embargo, para Bourgeois, estas referencias globales son siempre altamente personales. Como ella ha dicho, “para mí, la escultura está el cuerpo. Mi cuerpo es mi escultura.”

“Mi niñez nunca ha perdido su magia, nunca ha perdido su misterio, y nunca ha perdido su drama. Todo mi trabajo de los cincuenta años pasados, todos mis temas, ha encontrado su inspiración en mi niñez.”

Louise Bourgeois.

Comparte y comenta esta entrada: