El libro ‘Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia’ de Roser Amills recoge los secretos de alcoba más sorprendentes de algunas de las celebridades más deseadas del panorama, como la actriz Scarlett Johansson o la cantante Madonna.
Qué.es 20 de abril de 2012
Foto: A Scarlett Johansson le excita el asiento trasero de un coche. Foto: Archivo.
Si algo que nos gustaría saber de los famosos es los secretos que guardan más allá de las puertas del dormitorio. Por primera vez, podremos satisfacer esa curiosidad gracias al libro ‘Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia” de Roser Amills que recoge, por ejemplo, el fetichismo de cantantes como Madonna
El morbo de sitios donde pueden descubrirte en pleno momento de pasión es un elemento común para las fantasías eróticas de algunos famosos, como Scarlett Johansson, que se decanta por el asiento trasero de un coche.
Otro al que le gusta el riesgo es al cantante George Michael, que disfruta practicando el conocido como ‘dogging’, encuentros sexuales con personas desconocidas al aire libre.
Al escritor Fernando Sánchez Dragó le van los sitios peculiares y asegura haber hecho el amor en un confesionario en la catedral de Sigüenza.
A otros, sin embargo, les va más jugar entre las sábanas, así lo confesaba la desaparecida Amy Winehouse, quien encontraba placer en las sesiones de ‘spanking’, es decir, recibir azotes en el trasero durante el acto sexual.
El morbo de sitios donde pueden descubrirte en pleno momento de pasión es un elemento común para las fantasías eróticas de algunos famosos, como Scarlett Johansson, que se decanta por el asiento trasero de un coche.
Otro al que le gusta el riesgo es al cantante George Michael, que disfruta practicando el conocido como ‘dogging’, encuentros sexuales con personas desconocidas al aire libre.
Al escritor Fernando Sánchez Dragó le van los sitios peculiares y asegura haber hecho el amor en un confesionario en la catedral de Sigüenza.
A otros, sin embargo, les va más jugar entre las sábanas, así lo confesaba la desaparecida Amy Winehouse, quien encontraba placer en las sesiones de ‘spanking’, es decir, recibir azotes en el trasero durante el acto sexual.
Por su parte, Eva Longoria muestra su lado más sadomasoquista y en una entrevista confesó: “Me gusta que en la cama me dirijan. Encuentro algo muy excitante en ser sumisa y no me disgusta que me aten con pañuelos de seda”.
Esta claro que sobre gustos, no hay nada escrito, y en el ámbito sexual, mucho menos.
Muy buenooo!!!!!!!!