Reseña publicada en muchomasqueletras, por Marta Grueso

Roser Amills recupera en Asja. Amor de dirección única la historia perdida de Asja Lacis y su relación con uno de los filósofos europeos más influyentes del siglo XX, Walter Benjamin. Asja, ha estado conocida, hasta el momento, por ser la amante de Walter. Lo que dicen que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer cobra un sentido especial en esta novela. Asja no fue solo el amor de Walter, fue una pensadora, una rebelde, una bolchevique convencida y revolucionaria, directora de una teatro clandestino, defensora del amor libre y de la libertad en toda su extensión, además de una de las supervivientes de los gulags rusos.

“Asja. Amor de dirección única” de Roser Amills. Editorial Comanegra.

La novela empieza en el Berlín del 1955 cuando Asja, tras pasar diez años encerrada en un campo de trabajo de Kazajistán, regresa con el alma rota a visitar a su viejo amigo Bertolt Brecht. Bertolt le comunica la muerte de su gran amor, Walter Benjamin. Tras dicha revelación, Asja vive un torbellino de emociones, reflexiones y sentimientos.

De la mano de la prosa intimista de Amills, asistimos a la recreación de la vida de Asja, una mujer que fue valiente en todos los campos de su vida, excepto, quizá, en el amor.

“Sin embargo Asja… ¿Te das cuenta de que seguimos más juntos que muchos que jamás se separaron?”

Estas palabras de Walter son el tronco de su relación en calidad de amantes apasionados e intelectuales. En 1924 se conocieron en Capri en uno de los viajes culturales que guiaron la vida de Walter. A partir de ese momento protagonizaron un romance itinerante, de idas y venidas. Trabajaron juntos en diferentes proyectos, compartieron pensamientos y se amaron intensamente. Sus ideales chocaban y se encontraban en un vaivén intelectual marcado por la libertad que fue el talón de Aquiles de su relación.

Walter se prendó no solo de la belleza de Asja, sino también de su peculiar manera de pensar y de ver el mundo. Encarnaba la revolución y el conflicto. Asja tenía fuertes convicciones comunistas y era la personificación del bolchevismo. Desde joven se sintió atraída por el teatro, hasta convertirlo en uno de los fundamentos de su vida. Trabajó con destacados personajes de la escena teatral y literaria, entre ellos, Bertolt Brecht y Bernhard Reich. Uno de los proyectos más destacados de Asja fue la creación de un teatro para niños proletarios y el desarrollo de un método de improvisación, técnica que también aplicó durante sus años de reclusión en el campo de trabajo de Kazajistán, donde organizaba obras de teatro para entretener tanto a prisioneros como a captores.

Roser Amills nos regala esta novela cargada de un fuerte magnetismo y con un estilo directo y claro, sin caer en la superfluidad. Esta novela es un viaje por Europa y la Unión Soviéta y por las corrientes ideológicas y políticas de la época que les tocó a vivir a Asja Lacis (1891-1979) y a Walter Benjamin (1892-1940).

Asja y Walter. Walter y Asja. Una historia de amor conflictiva y una historia de pensamientos, de ideales que se entrelazan y que cautivan por la sabiduría y la lucha de identidad propia. Roser Amills da voz a dos pensadores brillantes que vivieron apasionadamente, tanto desde la perspectiva amorosa, como la intelectual.

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