La columna mutante de Rubén Pozo: Otra opinión más
Te traemos una nueva entrega de una de nuestras columnas más rockandrolleras en Opinión RS. En esta ocasión, repasamos las respuestas de los músicos ante las crisis políticas. Por Rubén Pozo
Que difícil escribir la mutante sin tocar el omnipresente tema de la corrupción en este país. Hablar de otra cosa parece escurrir el bulto y, para eso, ya están los telediarios del estado y las caras de póquer de sus presentadores (todos tenemos que comer). Denunciarlo es otro ejercicio más de resignada cólera desde casa.
La guitarra de Woody Guthrie mataba fascistas, la de Syd Barrett volaba por encima de ellos. Reacción o evasión. Los dos extremos de la canción popular. Plantar cara a lo Bob Marley o a lo The Clash. O, por qué no, pasar olímpicamente del tema a lo T. Rex: “Nuestros gobiernos juegan con nosotros pero esta noche saldré a bailar y a follar. No les daré el gusto de darles mi alegría”.
Bob Dylan le dio la espalda a todos los que fueron a reclamarle que encabezara la lucha contra un gobierno que ejercía más para sus intereses personales que para el pueblo. “Yo sólo soy un músico” se quejó él: “¿Qué parte no habéis entendido de ‘la respuesta está flotando en el viento’? ¡Dejad de hurgar en mi cubo de basura!”. Algunos frentes abiertos le dan un rapapolvo a los compositores actuales por no hacerse eco en sus canciones de la que está cayendo. Los mismos frentes abiertos que luego sentencian que Beyoncé en la Super Bowl es el culmen de la música popular actual.
A ver si nos aclaramos. ¿Qué quieres que te digan con melodía? ¿Lo que ya sabes? A ver si es que ahora no salimos todos con palos al Congreso porque nos falta la canción, no te jode. Y si quitamos a estos, ¿a quién ponemos? Esto es lo que más nos deprime. Y luego la justicia que es más puta que las gallinas y le baila a quien más billetes le pone en el tanga.
En fin, me despido diciendo que a mí sí me ha gustado lo último de Bowie, canción y vídeo, y que el mundo cambia con tu ejemplo, no con tu opinión (retweet de Ana Pastor a la periodista y escritora Roser Amills).
Rubén Pozo nació en Barcelona pero Madrid fue la ciudad que le hizo rockero.
Estuvo en Buenas Noches Rose y en Pereza. Ahora tiene carrera en solitario y columna mensual en ‘RS’.
