Una noche cuenta Dalí que está solo en casa. Gala ha ido al cine.

1001 fantasias eroticas de roser amills

Aunque sólo estarán separados unas horas, la echa de menos, su recuerdo de ella es tan fuerte que no puede contenerse y se masturba pensando en su amada. Y este episodio es según él la razón originaria de este cuadro pintado en 1929. El “Gran Masturbador” es una autorretrato de Dalí con el que el artista presenta todas sus obsesiones: desde la soledad hasta el terror que le provocaba el sexo y el deslumbramiento por Gala, todo está expresado en este cuadro que además inicia no sólo su tormentosa relación con el movimiento liderado por André Bretón sino el nacimiento de su método paranoico-crítico.

En sus memorias, Dalí explica que Gala encarnaba todas sus fantasías y que cuando la conoció supo que ella podría librarle de su mundo onanista y solipsista. A lo que añade Robert Descharnes, en “Dalí, l’héritage infernal”, que él mismo era un gran masturbador y que en su casa de Port Lligat también le gustaba masturbarse viendo cómo una joven muchacha (una “ginesta”, como él las llamaba) era sodomizada. A lo que añade que cuando el pintor eyaculaba, la “ginesta” recogía su semen del suelo con una cuchara de oro y lo depositada en una bolsa de tripa de camello.

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