Recién casado, con su joven esposa embarazada y en la cumbre de su carrera, falleció a los 44 años en los Estudios Sevilla Films de Madrid durante el rodaje de El rey Salomón, el 15 de noviembre de 1958. Tyrone fumaba varios paquetes de cigarrillos al día, bebía y trataba de disimular su estado de salud para seguir llevando su vida de dispersión y fiestas. Como Errol, su gran amigo, que también fallecería de un modo similar casi exactamente un año más tarde. El periodista Jaime Arias Zimerman estaba presente ese día en el rodaje, como relaciones públicas de Paramount Films, e hizo una exacta crónica de lo sucedido.

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