1) Azotaina al ritmo de la música: elegid una pieza que tenga buena percusión y un ritmo que os resulte cómodo, y el azotador no tiene más que seguir la música. Esto ofrece varias ventajas: ambos saben a qué atenerse y la azotaina terminará cuando termine la pieza, lo que no será ni mucho ni poco, sino una regla externa que lo hará más interesante, pues para eso sirven las reglas, para hacer el placer más intenso mediante las limitaciones.

2) Alternad plumas y azotes: La convexidad del trasero, su masa rolliza y tierna, agradece los cambios de intensidad. Para ello, utilizaremos elementos contrapuestos a la dureza (es un decir, porque como ya hemos dicho, los azotes en este juego se dan con cariño) de la mano, como pueden ser unas plumas, y así se sentirá con más intensidad el conjunto. A falta de plumas, unos besos suaves o unas caricias en círculo.

3) Azotes durante la penetración: un buen cachete en los momentos de mayor excitación os hará subir al séptimo cielo a ambos integrantes de la pareja, y si aciertas a dar unos cachetitos en el momento del orgasmo será… inolvidable. Para mí lo fue.

 

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2 comentarios sobre “Variantes para la azotaina y el uso delicioso de las nalgas

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