Ondina propone a un grupo de amigos tengo entendido que muy especial una cena, y me ha incluido -gracias!- y presentado como poseedora de una “conversación estimulante”.
Me halaga pero me pone en un aprieto lúdico:
a) no digo nada en toda la noche, con el fin de mantener intacta el aura que tan graciosamente me ha colocado.
b) os propongo un concurso: quien logre NO estimular a nadie con su conversación paga una ronda de copas, una prenda o qué sé yo…
Bueno, y a partir de ahora en mi mente que sepais que sois estimuladores todos vosotros, otra cosa será que yo pase la prueba!!!