Ejemplos de estas prácticas hay muchos, pero es inevitable empezar por Annie Sprinkle, una de las primeras en acuñar la expresión postporno y cuyas performances, fotos, películas y talleres son deconstrucciones kitsch de la pornografía.
Publicado por Roser Amills
Escritora mallorquina. Radio y TV. Muy activa en las redes sociales, comparto desde Palma de Mallorca cuanto descubro para que nos divirtamos juntos, aprendiendo. Ver todas las entradas de Roser Amills