“No des explicaciones. Tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las creen”
Oscar Wilde

Quizás llevas años comportándote más o menos igual en tus relaciones sexuales, ya sea en el papel de chica buena, de lanzada, de mandona o de romántica. Me refiero a los mismos movimientos, las mismas posturas… y el sexo termina pareciendo de lo más soso.

Pero, a veces, ya sea en una película o escuchando a una amiga, descubres algo distinto que te emociona y sospechas que no estás siendo del todo como te gustaría ser, no te sientes del todo a gusto y no sabes expresarlo…. ¿Te has planteado que quizás no estás expresándote con tu verdadera voz sexual sino interpretando papeles?

¿Cómo puedo averiguar cuál es mi verdadera voz sexual?
Es muy sencillo de responder, pero no tanto de llevar a la práctica. La verdadera voz sexual de cada una se descubre… probando todos los registros hasta dar con el que nos sienta como un guante y sin temor a que dejen de amarnos por ello.

Y para eso hay que tener la mente muy abierta, quitarse miedos de encima, experimentar y no dar demasiadas explicaciones, como decía Oscar Wilde en la cita que encabeza este post. Lo haces porque quieres, porque consideras que lo necesitas o por si acaso, qué importa. Tienes todo el derecho del mundo de hacerlo y, si no funciona pues lo habrás intentado, pero… si funciona, te cambiará la vida.

Métodos divertidos para encontrar la propia voz sexual
Encontrar la propia voz puede llevar toda una vida, pero voy a dejar aquí unas cuantas propuestas para acelerar el proceso:

Practica con desconocidos
Prueba a ser diferente con personas diferentes. Apuntarte por ejemplo a un taller de lo que sea, pero que sea algo nuevo para ti, es una garantía de encontrar a personas diferentes y eso ayuda a que puedas probar nuevas formas de comportamiento. Trata de ir variando cada pocos meses para ir valorando las diferencias con espíritu científico, y cuando hayas hecho tres o cuatro haz balance. ¿Dónde y con qué tipo de personas te sentiste mejor? Pues ahí está tu “yo más auténtico”, el que te merece la pena reforzar y cultivar.

Sé egoísta
Si sientes que has sido demasiado apocada y obediente, que te falta valor para lanzarte en muchas más ocasiones de las que desearías… lo que necesitas es egoísmo. Pero egoísmo positivo.
Para ello, la clave que tienes que tener presente en todo momento, durante unos días, consiste en pensar en ti misma. Y tolerar que la otra parte haga lo mismo, si lo desea.
Ser egoístas en vez de estar esperando siempre a que el otro sea generoso es todo un reto. Exige lo que te gusta con una sonrisa y si te dice que no pues pide de nuevo con algún pequeño cambio, sin tirar la toalla, porque tú puedes, es un juego. Uno de egoísmo sexual entendido como: “Pásatelo lo mejor que puedas, que yo pienso hacer lo mismo”.

Cuéntale de nuevo quién eres
Descorcha una botella en un entorno íntimo y agradable, con mucho tiempo por delante y que no tiene que ser ni tu casa ni la suya, y vuelve a contarle toda tu vida de antes de conocerle, los recuerdos de cuando le conociste pero también lo que realmente pensabas sin miedo a que se moleste: ¿te gustó cómo te besaba o tuviste que ir acostumbrándote? ¿echas de menos algo? Pues concreta y ponle ejemplos de lo que te gustaría.
Tranquila que no se molestará. Al contrario: descubrirá a una mujer nueva con muchos nuevos matices y eso es de lo más sexy. Sobre todo porque te ayudará a reforzar tu esencia y a quitarte esas capas de “lo que se supone que eres” para tomar tu verdadera forma.

Y si resulta que se molesta…. Peor para él, que vaya tomando nota o le tendrás que poner un suspenso… ¿Acaso no te mueres de ganas de ser tú misma?

Auséntate y escríbele una larga carta
Es una variante de la idea anterior, pero más radical.
La ausencia hace crecer el cariño… y el valor de las personas amadas. Poner distancia puede sonar de lo más radical, pero es un paso adelante para recuperar tu voz sexual si lo haces con el siguiente objetivo: poder escribirle una larga carta en la que le cuentes lo que deseas, lo que sientes, lo que te falta y lo que te sobra. Así tu pareja te verá con nuevos ojos y tú te podrás expresar con una nueva voz, y así podrás describirle con la perspectiva adecuada lo que te gustaría hacer cuando volváis a estar juntos. Procura ser lo más sincera posible, ¡eso sí!

Pista transgresora: si te cuesta pedirle lo que quieres… sé extremadamente generosa
Prométele que tendrás sexo oral con él en las cinco ocasiones que elija a cambio de que te lo proporcione a ti en las cinco ocasiones que elijas tú. Es un regalo mutuo, pero también un reto que os permitirá sacar el tema con un enfoque nuevo, con la aquiescencia de que tenéis un trato y… Hay que cumplirlo, ¡son las reglas del juego!

Aprende más en “Me gusta el sexo”

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