Este escritor e historiador británico de breve vida y escasa obra dejó como su principal obra el libro “Historia de las orgías”, publicado con sonado éxito en 1958, cuando apenas contaba 23 años, y donde presenta una revisión erudita del comportamiento orgiástico de carácter sexual, tanto el socialmente aceptado como el considerado transgresor, a través de la historia de Occidente, desde la civilización griega hasta la época contemporánea. Partridge aprovechó para escribir, claro, su bagaje como intelectual políglota de amplia cultura clásica. Afirmaba en este libro que la orgía en sí es útil y necesaria como descarga frente al precario y tenso equilibrio de instintos animales e inclinaciones civilizadas que conviven en toda sociedad humana. Y por añadidura, la orgía, según él, prestaría el servicio de despertar, por contraste, el gusto por la “rutina”, opinión matizada por una condena de las orgías violentas, como las de la antigua Roma, caracterizadas como un comportamiento disfuncional y autodestructivo, producto de una asociación ideológica viciada que establecía un vínculo entre sexualidad, el potencial perjuicio que se podría eventualmente infligir mediante el sexo y la pulsión tanática. El libro escondía, al parecer, experiencia personal sobre el tema, pues durante sus estudios de Historia en el Christ Church College de Oxford había llevado, según recordaría después su futura esposa, un estilo de vida voluptuoso. Es más, la señora Partridge declaró más adelante su asombro por el hecho de que una “persona tan notoriamente indisciplinada” hubiese logrado sentarse a escribir. Aun así, agrega discretamente respecto a la posible participación de Partridge en orgías: “Nunca me preocupé de preguntar, pero si él participó, espero que le haya gustado”.

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