Para Mario Vargas Llosa, «hacer el amor en nuestros días, en el mundo occidental, está más cerca de la pornografía que del erotismo», una idea que se refleja en libros de gran éxito actual como la trilogía «Cincuenta sombras de Grey».

Agosto 2012 00:00
 eldiario.com.ec

El libro «Indiscreción» quiere subir un peldaño más la temperatura con abundantes escenas de sexo explícito, y va dirigido a «aquellas mujeres que quieren más», como reza la publicidad.
Temas como la infidelidad o el aburrimiento marital recorren estas páginas de gran tensión erótica y sexualidad, todo ello en medio de escenarios glamurosos en Nueva York, París o Roma, con escenas muy sofisticadas y ambiente cosmopolita encarnado en sus protagonistas, una pareja de clase alta.
Algo que los editores han pensado que puede ser ideal para enganchar y evasivo en tiempos de depresión económica.
«Esta vez no se resiste, no puede. Y entonces ella está sobre él, a horcajadas. Se saca el vestido por la cabeza, tirándolo descuidadamente en un rincón. Los puntos negros de sus pechos resaltan sobre su pálido cuerpo en el resplandor azul de la habitación. Sus brazos le rodean, su olor, la suavidad de su piel, su calidez». Este es un fragmento de la novela del norteamericano Charles Dubow.
También el italiano Fabio Volo añade calor a los estantes con su novela «La primera luz de la mañana» (Plaza Janés), un éxito en ventas no solo en su país, donde ha ocupado meses el primer puesto de las listas de los más vendidos, sino en todo el mundo.
Pero antes de que llegue la que dicen será la novela más tórrida del otoño, el mundo editorial, que ha visto cómo le afecta la crisis de lleno, con un importante descenso de ventas, está lleno de títulos con contenido subido de tono, erótico, sexual o morboso, que de eso también hay.
En ella, este autor se mete en la piel de una mujer insatisfecha con su matrimonio, pero incapaz de romper la relación ni de intentar mejorar las cosas.
Con abundante sexo explícito en sus páginas, Volo se pone en la piel de esta mujer que, al final, descubre el deseo en otra parte y se lo muestra al lector, aunque el autor dijo que no había sido fácil de contar.<

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