El «boom» erótico literario llega a la calle

La literatura erótica se reinventa para llegar, también, al gran público, ávido de nuevas sensaciones y formas de lecturas. El público, hastiado de tanta crisis y ausencia de perspectivas de futuro, buscan vías de escape y sensaciones placenteras. Aunque sea con el libro en la mano

ESTRELLA DIGITAL | por Paloma J. Baquerizo, 30/08/2013 | 21:55 h.

La onda expansiva de la trilogía de Cincuenta sobras de Grey, unida a la necesidad de captar nuevos lectores y vender más libros, ha derribado todas las barreras. Las editoriales se han lanzado sin dudarlo al mercado del erotismo y el sexo. Y así lo manifiesta el director del grupo editorial Lectio Ediciones, Jordi Ferré, que asegura que «el género erótico en el último año se ha revalorizado y ha sido una línea interesante para publicar títulos en un momento de recisión del mercado editorial». De su sello son Las 1.001 fantasías más eróticas y salvajes de la historia, de la escritora mallorquina Roser Amills, o la serie Ruborízate de la canadiense Marie Gray. Cuentos eróticos escritos sin pudor sobre situaciones cotidianas que son todo un homenaje a la sensualidad.

Para la directora literaria de Grijalbo y editora del fenómeno «Grey», Ana Liarás, «el sexo es una de las alegrías de esta vida y en una época en la que todo es gris, mucha gente está en paro y hay malas noticias. Este tipo de lecturas resultan ligeras y refrescantes». Tras la decimoséptima edición de la trilogía Cincuenta sobras de Grey y sus siete millones de ejemplares vendidos en castellano, Grijalbo ha ampliado su apuesta con títulos tan sugestivos como Diario de una sumisa de Sophie Morgan, La sociedad Juliette de la exactriz porno Sasha Grey –cuyo verdadero nombre es Marina Ann Hantzis– o Los lugares secretos de Paula Soler, seudónimo de una periodista catalana de 35 años que debuta en la ficción con esta historia de alto contenido erótico.

Sexo, dominación, sumisión, sadomasoquismo. Libros para todos los gustos cuyo éxito ha sido trascender el mercado especializado para llegar al gran público. La mezcla del género romántico y erótico, nuevas campañas de marketing, el boca a boca, un lenguaje más llano, las redes sociales, los e-book. Todo suma para hacer crecer este fenómeno con el que, además, también se recuperen clásicos del género. Reediciones para el interés de aquellos lectores que buscan erotismo, pero de mayor nivel literario.

¿Qué buscan los lectores? Entretenimiento, acción, emociones, buenas historias y «también satisfacer la curiosidad ‘voyeurista’ que nadie duda en reconocer. Ya no extraña ver en el metro a lectores de todas las edades y sexos leyendo novela erótica, lo cual nos lleva a pensar que cada vez tenemos menos tapujos a este respecto», asegura Marcela Serras, directora editorial adjunta de Planeta, que tiene en el mercado Pídemelo de Eva G. Rey, obra de una autora afamada de larga trayectoria literaria que esconde bajo este seudónimo su pasión por este tipo de literatura que piensa seguir desarrollando «si los lectores le dan su consentimiento», explica. Muchos seguidores ha encontrado también No te escondo nada, de Silvia Day, publicada por Espasa. Se trata de la primera entrega de la trilogía Crossfire. Una novela de alto voltaje, provocativa y apasionada.

Curtida en estas lides, la mallorquina Roser Amills, ha vuelto al mercado con su reciente publicación ¡Me gusta el sexo! con el que la editorial Paidós ha apostado por un libro autobiográfico para hablar de sexualidad al hombre y mujer de la calle sin tecnicismos y con mucha frescura. Su autora dice que «no había ningún libro de este estilo en el mercado y ha sido un placer inventarlo». Amills, que no tiene pelos en la lengua, asegura que «el objetivo es poder considerar el sexo y compartirlo con el mundo: ¡Oye, mundo, me gusta el sexo!; con la cabeza bien alta y los ojos sonrientes, como faceta completa y satisfactoria de la existencia porque el sexo no sólo crea vida, sino que nos carga de energía positiva por los cuatro costados. En cuanto puedas afirmar «me gusta el sexo» también te gustará más. ¿Te parece poco? Conviene que reconozcamos que nadie llega al sexo enseñado y necesitamos ampliar nuestra cultura sexual como hemos hecho con nuestra cultura gastronómica: viajando, degustando platos, leyendo libros de recetas y saboreando ingredientes de otras culturas. Pues con el sexo igual. No hay que probar todas las técnicas, ni todas las posturas. Basta con ir con la mente abierta y ganas de tolerar», afirma Amills.

La historia de la sexualidad humana está plagada de modas y represiones. Lo que en una época o cultura es normal, décadas más tarde es pecado o perversión, y así siempre. Ahora estamos de enhorabuena. De momento a los títulos publicados se sumarán otros este otoño/invierno porque la tendencia continúa. Así, Planeta última los detalles para el lanzamiento en España de la trilogía de Jodi Ellen Malpas en inglés This man, cuyo título en español es una sorpresa que se desvelará en las próximas semanas, Grijalbo publicará la segunda y tercera parte de la saga Desátame de Julie Kenner, Poséeme y Ámame y Lectio Ediciones La concubina perfecta de Chloe Thurlow.

La lectura erótica acarrea otros fenómenos sociales como un despertar sexual que exige un lenguaje adulto y sin censura con guiones insólitos para dar rienda suelta a los juegos de seducción, liberar inhibiciones y gozar con «lo prohibido» y el incremento de juguetes eróticos y lencería osada. Ya lo decía el sexólogo Havelock Ellis: «Los adultos necesitamos la literatura obscena como los niños los cuentos de hadas, para liberarnos de la fuerza de las convenciones».

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