Este ensayista y novelista francés volcó el erotismo extremo en su creación recurriendo a arquetipos y símbolos como el sol, los testículos, el huevo y el ojo para narrar historias anecdótica y presuntamente autobiográficas sobre el sexo y las fijaciones humanas. En su obra quizás más polémica, “La historia del ojo” (1928), publicada bajo pseudónimo, exploró las sensaciones y las relaciones sexuales entre dos adolescentes de tendencia exhibicionista que practican sexo en grupo, la unión entre religión y sexo, lluvias doradas, masturbación, sadomasoquismo, orgías…: “Comencé a advertir que compartía conmigo la ansiedad que me producía verla, ansiedad mucho mayor ese día porque intuía que se encontraba completamente desnuda bajo su delantal”. La historia gira en torno a una fijación «el placer visual» y los protagonistas son víctimas de la represión social y sexual de la época.
Publicada por Roser Amills
Escritora mallorquina. Radio y TV. Muy activa en las redes sociales, comparto desde Palma de Mallorca cuanto descubro para que nos divirtamos juntos, aprendiendo. Ver todas las entradas de Roser Amills