poemas y fragmentos de UNO SOLO POR FAVOR, 1997
I, LOS CAFÉS
Sí, me obligo, de improviso,
a caminar una tarde nómada de latidos
llanos tras la angustia
y voy contando tu edad desconocida
entre tantos pies que pasan.
.:::
Es conveniente e incluso
imprescindible
creer que el Eixample es monótono
y aburrido.
Hay que entrar en ese café de la esquina
y entregarse a la película francesa
que nos gustaría vivir.
.:::
Junto a la puerta que no da al vano,
cargada de versos y vasos
una sonrisa con manos
y mis grandes pensamientos
mundanos.
Inmediatamente, cual anónimo
gesto epistolar, una taza,
pido una taza de certificación notarial,
que todos sepan de mi espera.
.:::
Los músculos de tu nombre,
—cuando por fin me lo has dado—
me tocan la cara
en un rubor
estremecido.
.:::
Lo inesperado
sólo cuando es dúplice puede ser perfecto.
.:::
II, BORRADORES PARA UN DIÁLOGO
Ama sin miedo este presente sin descendencia,
el minuto quebrado
durante el que nos vestiremos de alevosos íncubos
y cortejaremos nuestro futuro de incomprensibles caren
-cias.
.:::
Ésta es mi casa,
entra, quería avisarte,
lo mío son sucesivas faltas
decrecientes
de ética y abismos,
un discontinuo navegar poco y algunas rubias sin cariño.
.:::
III, EL TREN POR EL CORAZÓN
Si te dejas caer de bruces
yo en el reposo de tu cuerpo,
en tus cejas íntimas y desprevenidas,
pasearé mi lengua acuchillada, hecha trizas,
sin apenas cielo, paladar ni sonrisa,
y lloraré a cambio de las cáscaras
secas de lo que tú me digas.
.:::
Lector:
recibe un sentido pésame
por mis besos, tan vanos,
y camina despacio las horas
de este largo brindado descanso.