Para hablar de sadismo femenino del auténtico, debemos mencionar especialmente a la nieta de Stefan Bathory, rey de Polonia, y sobrina de Sigismundo Bathory, rey de Transilvania. Fue una gran apasionada de las torturas, que inflingía a las jóvenes chicas que tomaba a su servicio, tanto en Viena como luego en su castillo transilvano. Se sabe que esta sangrienta duquesa asesinó a más de seiscientas mujeres, después de practicar todo tipo de juegos sádicos con ellas, para bañarse en su sangre, pues creía que esos baños iban a preservar la juventud de su piel. El investigador del caso fue Matthias Corvin, al que pusieron sobre la pista las numerosas quejas de la aristocracia Vienesa, que había perdido a muchas de sus más hermosas jóvenes que fueron a trabajar al castillo de la duquesa. Cuando se descubrió todo, fue encerrada de por vida en su castillo por Su Majestad.