La necrofilia ocupa un lugar destacado, incluso excesivo, en sus escabrosos cuentos y formaba parte de sus fantasías personales.
Su primer cuento publicado, “La Main d’écorché”, recoge un tema necrofílico inspirado por una vivencia personal y este tema es posteriormente retomado en “La Main”. Si en la primera la mano vuelve a la tumba, en esta segunda el final es irreal y queda inexplicado. Igualmente aparece la unión de sexo y muerte en “La morte”, donde el protagonista pasa la noche sobre la tumba de su amada esperando que salga. O en “La Tombe”, donde el protagonista siente la llamada de la muerte y de la tierra, por lo que eexcava y exhuma las reliquias adoradas y guarda la memoria del «olor inmundo de esa podredumbre» como se recordaría el perfume de una mujer después de un abrazo de amor.
En “Les Tombales” se cuenta una variante del ejercicio de la prostitución que en esas circunstancias mortuorias el autor considera irresistible y que fue, en la vida real del escritor, preámbulo de su internamiento en un manicomio.