Publicado en PAPELENBLANCO.COM por Albertini | 23 de abril de 2013 | 03:36 CET
De vez en cuando está bastante bien el observar y ver iniciativas de animación a la lectura que se están desarrollando a lo largo y ancho del mundo. Hoy, aprovechando la celebración del Día del Libro, he estado echando un vistazo a algunas de estas iniciativas y te encuentras con cosas que usan lo provocador para promover la lectura.
En esta ocasión, y con el título de “El placer de la lectura“ nos encontramos con un vídeo que forma parte de toda una serie impulsada por Clayton Cubitt titulada ‘Hysterical literature’ en el que mujeres de todo el mundo tienen un orgasmo mientras realizan la lectura de un libro. En esta ocasión es Roser Amills quien le un fragmento de ‘El carrer de les camèlies‘ de Mercè Rodoreda.
El mensaje está claro: leer libros es placentero… ¿pero es la mejor forma de exponerlo? ¿Hemos llegado al punto en el cual necesitamos comparar todo con el sexo para decir lo bueno que es? Ya no me quiero meter en si es apropiado o no. O si hasta qué punto puede desagradar o escandalizar a ciertas personas, ya que cada uno tiene su manera de ser y de pensar y no terminaríamos nunca de establecer una postura lo suficientemente neutral al respecto.
El caso es que quería usar estas líneas para verter una pequeña reflexión. El sexo es un tema provocativo, diría tabú, pero creo que hace tiempo que no lo es (o por lo menos su nivel de “tabú” está por los suelos). Además de provocativo, vende. Y vende más que los libros… o que casi cualquier otra cosa. Por eso entiendo que usen los orgasmos como reclamo para animar a la lectura.
Me gusta leer, y es cierto que con los libros, los cómics y otras cosas he llegado a sentir muchísimas sensaciones. He reído, he llorado, me he emocionado, he lanzado improperios, he saltado de alegría. Quizás no hablaría tanto como orgasmos lectores sino de “nerdgasmos”.
Lo que no termino de ver es si relacionar lectura con sexo, ni siquiera para hablar de que es un placer, es productivo. No ya productivo, sino adecuado como reclamo cuando, por lo menos para mí, nadie necesita venderme una metáfora erótica para leer. Claro, yo leo bastante y por tanto no entraría dentro del target de la iniciativa. Pero no sé hasta qué punto los que vean estos vídeos se animarían con los libros.
Y hacerte el amor más menos TODA LA VIDA.