Publicado en El Correo de Vizcaya | – 18:52 – por MIGUEL LORENCI | MADRID
La lectura es un placer. Y no solo intelectual. Puede proporcionar un goce carnal, extremo y compartible con el prójimo. Así lo entienden los muchos seguidores de provocador movimiento ‘Hysterical literature’ impulsado por el norteamericano Clayton Cubitt. Un particular estilo de promocionar un múltiple placer lector. Graban en vídeo y colocan en internet íntimos instantes de lectoras que alcanzan el éxtasis mientras leen en voz alta pasajes de la mejor literatura. El fenómeno irrumpe en España con la experiencia de Roser Amills que comparte con los internautas el elegante orgasmo lector que se puede ver encima de estas líneas, una escena que en unas semanas en la red roza las cien mil visitas. Mallorquina del 74, periodista y escritora, Roser Amills adopta el formato y la estética de los vídeos realizados por el fotógrafo, cineasta y escritor neoyorquino Clayton Cubitt bajo la etiqueta de ‘Hysterical literature’. Los reivindica como una «altruista promoción» de la lectura que causa furor en las redes sociales de medio mundo. Roser Amills eligió leer un pasaje de ‘El carrer de les camèlies‘, de Mercè Rodoreda, la novelista más importante de las letras catalanas del siglo XX.
Al año de la irrupción de la controvertida saga de ‘porno para mamás’, ’50 sombra de Grey’ y su cascada de secuelas e imitaciones, el vídeo de Amills pone sobre el tapete la idea de que cualquier libro puede estimular la imaginación de muchas formas y no solo intelectuales.
Clayton Cubitt inició su sensual aventura multimedia en agosto de 2012. Consiste en grabar a las lectoras en voz alta y registrar sus reacciones bajo el estímulo de un discreto e invisible vibrador. En su experimento erótico lector han participado hasta ahora seis mujeres que leen ante la cámara pasajes de libros muy diversos. «Me interesa la batalla entre mente y cuerpo, delimitar la línea que los separa, y cómo se puede manipular. También cómo las culturas trazan una línea divisoria entre lo aceptable y lo prohibido, entre cielo y tierra, entre aquello que se puede aplaudir y aquello que debe permanecer escondido» planeta Cubitt.
Sus vídeos con lecturas orgásmicas duran entre cuatro y once minutos y pueden verse en su página de YouTube. Stoya, una actriz porno y protagonista del vídeo más exitoso de Cubitt, lee ‘Necrophilia variations’ de Supervert. Alicia lee a Walt Whitman, Danielle a Tom Robbins, Stormy a Breat Easton Ellis, Amanda a Anthony Burgess, Teresa a Jeanette Winterson y Solé a la premio Nobel Toni Morrison. Varios de estos vídeos superan los dos millones de visitas.
«Soy la séptima y he experimentado qué se siente cuando se juega con uno de los dogmas más potentes de nuestra realidad, el control de la mente sobre el cuerpo, en vivo y en directo, sin artificios» explica Amills. El buen gusto, la naturalidad y el humor son los elementos básico de un formulación que quiere ser «una fiesta para los sentidos» y cuya austera escenografía se reduce a una mesa, un silla y un fondo negro.
Emili Manzano es el responsable del elegante y primer vídeo hispano del género, rodado como todos en blanco y negro, con una estética suave en la que no hay un miligramo de procacidad. Con él quiere destacar «la capacidad provocadora y transgresora de la literatura para subvertir el orden. «El principal órgano sexual es el cerebro, y este proyecto se dirige directamente a él, combinado con otro de los grandes misterios cerebrales, que es el proceso de la lectura» resume el publicista. «No se trata tanto de buscar como de ver qué encontramos, de abrir debates, generar controversia, divulgar la obra de Mercè Rodoreda, observar y aprender sobre ese gran misterio que es par muchos el orgasmo femenino». «Para ellas puede que representar un punto de partida para sus propias reflexiones» plantea.
Critican a Cubitt que recurra a actrices y la dificultad para las mujeres comunes de participar en el proyecto. «Yo me he atrevido. Me ha encantado la experiencia, muy recomendable para cualquier mujer que quiera conocerse mejor y apropiarse de su mente y su cuerpo sin prejuicios», plantea Roser Amills. «Me apetecía mucho leer en voz alta ante la cámara, sí, pero aún más poner a prueba con esta lectura el dogma del control de la mente sobre el cuerpo que Cubitt proponía vencer con su proyecto» sostiene Amills.
Asegura protagonizar un genuino orgasmo lector. «No hace falta fingir para obtener un vídeo así. No soy tan buena actriz. La única ficción la pone la prosa de Mercè Rodoreda. No hace falta fingir orgasmos ni en el vídeo ni en ninguna relación erótica; no hace falta fingir nunca porque la verdad siempre es mejor». «Gracias a una lectura de un pasaje de un libro el placer de una mujer puede ponerse sobre la mesa y vuelve a ser de lo más sencillo, sincero y fresco» concluye.