Disfruta la corteza de mi cuerpo,
la cerveza medio congelada
y vamos allá, fumemos y sigamos
leyéndonos o lo que sea,
hablemos del amor, de la muerte,
de una nariz muy larga o de un par
de dictadores.
Relacionemos
los desiertos que nos quedan, por ejemplo,
calculemos el alcance de una gota de sudor
sobre frente ajena,
los encajes de bolillos que se generan
con tanta naturalidad cuando te miro
cuando me miras en las fronteras
después de y brindemos,
sobre todo brindemos
pues hoy y mañana todavía
ya lo sabíamos
ya lo vivimos
nada que hacer
ya se verá.
m’agradarà que em facis arribar els teus comentaris, gràcies!!!!
Un brindis. Que al golpear nuestras copas, la cerveza se derrame por la corteza de tu piel. Y aunque lo sepas, prefiero vivir sobre la marcha.
Disfruto con las palabras de tu blog.