EI bluesman norteamericano, negro y legendario que tantos años hubo de vivir exiliado en París para huir del Ku-Klux-Klan, escribió una canción muy adecuada para este capítulo: Back door man (el hombre de la puerta de atrás). Y decía: “I’m your back door man, babe», lo que es una explícita declaración de amor: «Soy el hombre de tu puerta de atrás, nena».