La escritura es buscar la calma y, a veces, encontrarla. Es el regreso al hogar. Lo mismo sucede con la lectura. La gente que escribe o lee de verdad, es decir, para sí misma, vuelve a casa, se siente bien. Las personas que nunca escriben ni leen, o lo hacen por obligación, por razones prácticas, están siempre fuera de su hogar, aunque tengan muchos.
Anna Maria Ortese