POR ALFREDO VALENZUELA
-Usted estuvo desnudo a un centĆmetro de Rita Renoir Āæese ha sido uno de los momentos mĆ”s memorables de su existencia?
SĆ, Ć©ste y nadar frente a un tiburón en el Caribe han sido dos momentos de fascinante terror.
-¿Fue ésa la única vez que se desnudó en público?
Ante personas desconocidas, sĆ.
-ĀæNo va a las playas nudistas?
Casi ya no voy a la playa, pese a lo mucho que amo el mar. Las playas no se parecen en nada a las que disfrutĆ© en mi infancia pero, por descontado, no piso jamĆ”s una playa nudista. Conservar un mĆnimo de entusiasmo erótico me lo impide.
-ĀæSe puede estar contra la desnudez pero a favor del desnudo?
Totalmente, de las 250 ilustraciones que contiene mi libro el ochenta por ciento deben de ser desnudos.
-ĀæCree necesaria una cruzada contra la desnudez?
Las cruzadas no son lo mĆo.
-¿No cree que la carne sea mÔs verdadera que el vestido?
Eugeni D“Ors afirma que no.
-¿Por qué considera el nudismo enemigo frontal de erotismo?
Porque lo natural es enemigo de lo cultural.
-ĀæHay erotismo sin pudor?
Desde luego, no. Una niƱa no empieza a jugar con el atractivo de su cuerpo hasta que aparece el pudor.
-ĀæEs un error desnudar a alguien a quien no se ama?
Desnudar a alguien que no se admira, no es un error, es una humillación.
-¿Por qué ahora se desnuda todo el mundo para protestar?
Porque en las cosas trascendentales el individuo no evoluciona y si se abandonan prÔcticas estúpidas se inventan nuevas.
-TambiĆ©n, desde cierta pelĆcula, desnudarse se ha convertido en fuente de financiación para causas mĆ”s o menos nobles.
Kundera habla con mucha propiedad de esta boberĆa bienpensante.
-¿Y por qué se recurre tanto al desnudo en la publicidad?
Porque vende.
-¿Qué le parece que mujeres mÔs o menos célebres se desnuden por dinero para una revista?
Si son atractivas y el fotógrafo es un artista me parece fantÔstico.
-ĀæCada desnudo tiene un precio?
No entiendo bien la pregunta, pero cobrar por denudarse en pĆŗblico me parece igual que cobrar por dar una conferencia.
-ĀæHa pintado desnudos?
SĆ, muchos, desde los 15 aƱos en la Escuela de Artes y Oficios.
-¿Qué hay de cierto en la relación entre el pintor y su modelo?
MuchĆsimos artistas, comenzando por PraxĆteles, han desnudado a sus amantes y se han enamorado de sus modelos.
-Detesta la moda del pantalón caĆdo dejando ver la raja del culo ĀæTampoco le gusta la de enseƱar la ropa interior?
Con mucho tiento.
-ĀæLa arruga es bella?
Sin duda, puede serlo, incluso en un rostro. Pensemos en la madre de Rembrandt en el retrato de su hijo y no olvidemos la observación de Cocó Chanel al fotógrafo que le garantizaba que retocarĆa las arrugas en la copia definitiva de su retrato: Ā«De ninguna manera, joven: no sabe los aƱos que me han costado adquirirlasĀ».
-Aunque lo menciona de pasada en su libro, querĆa preguntarle si casarse con una persona bastante mĆ”s joven tiene mĆ”s ventajas que inconvenientes.
Soy plenamente consciente de que se trata de hacer un amago al envejecimiento y a la muerte. Por lo tanto, como no me engaƱo y estoy enamorado, me lo estoy pasando muy bien.
-Advierte en su libro que, harto de tanta corrección polĆtica y tanta incorrección lingüĆstica, no votarĆ” a ningĆŗn polĆtico que diga eso de Ā«ciudadanos y ciudadanasĀ». O sea, que no votarĆ”.
Si no aparece una opción ilusionante asà serÔ.
-”Pero es que ademÔs se atreve a bromear con expresiones como «violencia de género»!
Bromeo sobre casi todo, menos sobre el sexo, que creo incompatible con el humor. Los chistes verdes en una sobremesa me Ā«destrempanĀ» irremediablemente. Bromeo sobre la expresión, no sobre el hecho. La violencia -de cualquier tipo, incluso con los animales- me enferma, pero el tĆ©rmino me parece ridĆculo y profundiza la confusión entre gĆ©nero y sexo.