La autoedición halla mecenas en la red

Autores sin recursos obtienen ayudas económicas en internet con el refrendo previo de sus futuros lectores

Cultura | 20/10/2011 – 00:11h
Antonio Cerrillo

Antonio Cerrillo
Barcelona 

John Kennedy Toole murió sin poder ver publicado su divertido libro La conjura de los necios, y Tomás de Lampedusa fue autor póstumo de El Gatopardo, obra rechazada por dos editoriales. Sin embargo, que se queden hoy en día en el cajón joyas literarias u obras que interesen es muy improbable. Al menos, así lo creen algunos autores nuevos que han podido sacar al mercado sus libros gracias a la autoedición con pequeños mecenas mediante financiación colectiva desde la red. El nuevo modelo de edición, impulsado por la plataforma de internet Verkami para creadores, está resultando un éxito. Los autores presentan en la web sus iniciativas; y sólo si logran el apoyo del público en un tiempo limitado (40 días), reciben la financiación mínima buscada y su proyecto podrá ver la luz. Así, el libro pasa el filtro de sus lectores incluso antes de que haya salido a la calle, con lo que no hay publicación sin un refrendo previo. Autores y lectores estrechan su relación; de paso, se socava el mito de que internet es enemigo del libro, y, por si fuera poco, se reduce el malgasto de papel en obras que no interesan a nadie.
La auotoedición con apoyo por internet es un modelo participativo de hacer que los libros unan más a autores y lectores, y convierte a cualquier internauta en mecenas: la suma de pequeñas aportaciones puede servir de estímulo a los creadores literarios. Con este sistema, los interesados aportan cantidades diversas de dinero a proyectos concretos y reciben a cambio compensaciones de los autores mediante diversas formas de reconocimiento. ¿Cuáles? La incorporación de su nombre en la lista de agradecimiento, la asistencia a la fiesta de presentación o la posibilidad de compartir cena privada con el autor y algún famoso.
Jordi Bigues, escritor, divulgador ambiental y ecologista, intentaba conseguir recursos para su nuevo libro, Avui actius… o demà radioactius! No había manera de conseguirlo, pese a dirigir él mismo el sello editorial Pol·len. No tenía recursos; hasta que, al final, recurrió a la plataforma Verkami. Buscaba una financiación de 7.500 euros, y en 37 días reunió 8.070 euros, aportados por 112 mecenas en pleno mes de agosto, mientras que en paralelo los seguidores le garantizan la compra de 679 ejemplares antes de que el libro se editara. Su interés es vender unos 2.000 ejemplares; pero desde que se puso a la venta el 1 de octubre en la librería Laie de Barcelona, el éxito de su iniciativa ha sido tan grande que pronto deberá empezar a pensar en una segunda edición.
Bigues tuvo que ponerle mucho empeño: grabó un vídeo, usó la lista de correo, creó un blog y, sobre todo, recurrió a diversos colectivos e instituciones interesadas en el debate sobre la energía nuclear. Y al final encontró a quienes han apostado por él. Su libro presenta una visión didáctica, fría y rotunda de los peligros de la energía nuclear, ayudada por una valiosa infografía.
“Esta experiencia demuestra que los lectores pueden hallar los libros que les interesen, algo muy valioso en un mercado en el que aparecen tantos libros que el lector al final no encuentra lo que busca”, dice Bigues. Los libros duran poco en las estanterías, ante la avalancha de nuevos títulos y tiradas muy superiores a las ventas, hasta el punto de que se presentan apilados en columnas que invaden los pasillos de librerías. “En cambio, la autoedición con microfinanciación es de alguna manera una reivindicación de la pequeña editorial que se consolida con el boca-oreja”, agrega.
La edición a medida derivada del filtro que imponen los lectores por internet es más racional y ecológica, sostiene Bigues. A todo editor le interesa saber cuántos ejemplares se van a vender para programar la impresión. Ese ajuste lo hacen los periódicos, que van afinando sus ventas en kioscos y puntos de venta; pero no es fácil para las editoriales. “Así, con esta fórmula, se reduce el riesgo de imprimir algo que no se va a vender”, afirma Bigues.
Roser Amills también está encantada con esta experiencia. Había escrito hace años Morbo, un poemario erótico divertido, pero el libro estaba agotado. No encontraba ni el editor, ni la manera de reeditarlo, hasta que encontró Verkami. “Colgué el proyecto hace 15 días, y el éxito ha sido impresionante”. Pedía sólo 1.780 euros, y ayer, cuando aún le quedan 12 días para su peculiar promoción a priori, logró superar la recaudación. Quien no quiera ser un benefactor de la cultura es porque no quiere… Por tan sólo cuatro euros –menos de lo que cuesta tres cafés–, sus lectores se convertirán en mecenas y podrán disfrutar de esta versión lírica de Anaïs Nin.
Por 17 euros, la lista de regalos que ofrece Amills incluye un agradecimiento personalizado en YouTube y, según promete, una fotografía sexy de la autora, “firmada y besada”. Y mayores aportaciones (hasta 620 euros) dan derecho a estampar el nombre de la empresa en la primera página, recibir más ejemplares, participar en un taller de poesía on line, cenar con la autora, el ilustrador (Jofre) y con Víctor Amela, y hasta ser obsequiado con un recital privado. “Este no es un mecenazgo a fondo perdido; sino que, por ocho euros, el lector es invitado a la fiesta en recompensa, entre otras opciones. Cualquiera puede ser un mecenas”, dice risueña Roser Amills, quien ha buscado editorial y hace hecho cálculos (“el dinero para el editor, la fiesta, las recompensas…”), aunque está feliz de haber encontrado sus particulares Feltrinellis en Japón, Buenos Aires, Portugal o Australia. “Ahora que no hay subvenciones, esta es una gran oportunidad. Cualquiera puede ser un mecenas, incluso un parado; y a mí me da igual; es dinero, venga de donde venga”, dice Amills.
El primer libro surgido de la autoedición con microcrédito por internet fue Amb cara i ulls, un diccionario de Víctor Pàmies que recoge sus diez años de trabajo de recopilación de refranes y frases hechas que tienen como protagonista el ojo. También obtuvo un refrendo inmediato la traducción de One nation, two states, de los antropólogos Alexander y Sonia Alland (que editó Pol·len); o RT#15M que retrata los primeros pasos del 15M.
Además, una media docena de libros más siguen en liza buscando el apoyo del público en la plataforma Verkami (ayuda a la creación, en esperanto), cuyo promotor, Joan Sala, da salida a todo tipo de creadores (música, películas, videos…). “Mi trabajo es cuidar la plataforma, dar consejos para quienes presentan sus proyectos, gestionar los cobros a Catalunya Caixa y facilitar el éxito de los proyectos”, dice Sala, el encargado de instalar toda la red.

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