Incapaz de mantener relaciones con su marido, el escritor Leonard Wolf, a quien amaba y con el que pactó su matrimonio de cara a la galería, trató de ocultar la atracción hacia las mujeres que marcó su vida, y a lo que cabe añadir que, precisamente a causa de la presión social, sus relaciones con el sexo femenino fueron casi siempre platónicas. Pocos días antes de suicidarse sumergiéndose en el río Ouse, Virginia escribió a su amante, la escritora Vita Sackville-West, que la historia entre ellas había sido la única experiencia sobre la que no había podido escribir.

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