A partir de mañana empezaré a volver
de mi viaje de ida,
a buscar excusas para salir de casa,
a limpiar, moler, rebanar, pelar y reponerme
con el frío de esa palabra que sobró y desearía
no haber pronunciado pero ya es tarde
para la resistencia que se estira
si los fusibles andan sueltos,

si los muelles necesarios, si a partir de entonces
datos dispersos fragmentos asequibles
y la ingenuidad que pesará más, eso no se improvisa,
es transparente y delicada como una nota mojada,

como la ingenuidad balsámica
como el teatro de las razones o los arándanos,
como el corazón de las manzanas al horno
y estoy harta
de ver películas
sobre perdedores y mañana quizás retorno,

reculo, empezaré a medir a partir del alba
cada golpe de suerte con el cuentakilómetros
a ver si por fin calculo la distancia

necesaria.

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