Está en la simbología antigua. La primera compañera de Adán, Lilith, tenía el pelo enloquecido, culebras de fuego. Se dejó seducir por la libertad, la lujuria y la creación. En su huida del Edén, descendió a los submundos: exploró la disidencia. Y Dios reinventó a Eva para asegurar el sistema patriarcal y heterocentrado. Orden versus caos. Amén. Esta metáfora bíblica nos sirve para explicar el movimiento post porno. O el nuevo feminismo porno punk, o “si no te gusta el porno, hazlo tú mismo”. Rebélate.