Los hábitos sexuales del ex dictador libio Muamar el Gadafi llevaron a sus amantes a recibir tratamiento médico. Según ha publicado este fin de semana The Sunday Times, y que han reproducido otros medios, el chef que durante años cocinó para el coronel libio ha explicado al rotativo británico que “las mujeres a veces tenían que ir inmediatamente de la habitación (de Gadafi) al hospital para recibir tratamiento por lesiones internas” tras los encuentros sexuales con el dictador. 
Faisal, el cocinero que cita el diario de Reino Unido, de 29 años, habla además de la “adicción” del ex mandatario a la Viagra. “Estaba tan enganchado que su enfermera ucraniana le instó a reducir el número de pastillas que ingería a diario”. Por si fuera poco, Gadafi, siempre de acuerdo con The Sunday Times, también pidió a sus ayudantes que le compraran un alargador de pene en París, que buscaba a muchas de sus conquistas en las universidades locales y que mantuvo relaciones con sus guardaespaldas femeninas, a las que con ironía llamaba “las monjas de la Revolución”.

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