






Todo lo que hacemos es por esa cosa asustada
que llamamos amor, que queremos y nos falta–
miedo a no ser aquel cuyo cuerpo pudiera ser
el amado de todas las novias de Kansas City,
besado de arriba a abajo por todos los jóvenes de Wichita–
Oh, pero ¿cuántos en su soledad lloran a gritos como yo?–
Allen Ginsberg