“Más allá de la importancia de avanzar en la misma dirección y de aunar esfuerzos, una pareja siempre es el punto de encuentro de dos miradas distintas. Por tanto es conveniente no evitar los conflictos y hablar de los mismos aunque a veces resulte doloroso.

Cualquier discusión que no se cierra, queda guardada y sirve de combustible para el siguiente choque. Consideremos que el conflicto es algo normal cuando se utiliza para crecer y avanzar. Mostrar nuestras opiniones o emociones es lo que garantiza que formamos una pareja en la que podemos expresar lo que pensamos y sentimos. Pero debe quedar muy claro que igual de importante es discutir como resolver el problema.

Cuando nos perdemos en discusiones sin fin resulta imposible alcanzar algún puerto desde el que establecernos para crear.

Además de discutir también hay que aprender a negociar para alcanzar acuerdos que resulten beneficiosos para ambos.”

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